martes, 19 de enero de 2010

Que es el Cáncer?

QUE ES EL CÁNCER?

El cáncer no es una enfermedad, sino más bien muchas enfermedades. De hecho, hay 100 tipos diferentes de cáncer. Todos los cánceres empiezan en las células.
Las células son las unidades básicas que forman los tejidos del cuerpo. Para entender mejor qué es el cáncer, es necesario saber cómo las células normales se vuelven cancerosas.
El cuerpo está compuesto de muchos tipos de células. Estas células crecen y se dividen para producir nuevas células conforme el cuerpo las necesita. Cuando las células envejecen, mueren y éstas son reemplazadas por células nuevas.
Pero a veces, este proceso ordenado de división de células se descontrola. Células nuevas se siguen formando cuando el cuerpo no las necesita. Cuando esto pasa, las células viejas no mueren cuando deberían morir. Estas células que no son necesarias pueden formar una masa de tejido. Esta masa de tejido es lo que se llama tumor. No todos los tumores son cancerosos. Los tumores pueden ser benignos o malignos.
• Los tumores benignos no son cancerosos. Generalmente se pueden extraer (extirpar). En la mayoría de los casos, estos tumores no vuelven a crecer. Las células de los tumores benignos no se diseminan o riegan a otros tejidos o partes del cuerpo.
• Los tumores malignos son cancerosos. Las células en estos tumores pueden invadir el tejido a su alrededor y diseminarse (regarse) a otros órganos del cuerpo. Cuando el cáncer se disemina o riega de una parte del cuerpo a otra, se llama metástasis.
El nombre del cáncer depende del órgano o tipo de célula donde empezó u originó. Por ejemplo, el cáncer que empieza en el estómago se llama cáncer de estómago. Algunos cánceres no forman tumores. Por ejemplo, la leucemia es un cáncer de la medula ósea (el tejido esponjoso dentro de los huesos).

TIPOS DE CÁNCER

Carcinomas, los cuales se forman en las células que cubren todo el organismo.
Sarcomas, que se desarrollan en los huesos, músculos y tejidos fibrosos.
Leucemias, que se originan en los glóbulos blancos de la sangre y médula ósea.
Linfomas, que se generan en las células linfáticas de la sangre, bazo y ganglios linfáticos.

QUE ES LA RADIOTERAPIA?


Hay distintos tipos de radiación y modos distintos de administrarla. Por ejemplo, ciertos tipos de radiación pueden penetrar más profundamente el cuerpo que otros. Además, se pueden controlar muy bien algunos tipos de radiación para tratar sólo un área pequeña (una pulgada de tejido, por ejemplo) sin dañar el tejido u órganos de los alrededores. Otros tipos de radiación son mejores para tratar áreas más grandes.

En algunos casos, el objeto de la radioterapia es la destrucción completa de un tumor.

En otros, el objetivo es reducir el tamaño del tumor y aliviar los síntomas. En cualquier caso, los médicos planifican el tratamiento para limitar lo más posible el daño al tejido sano.

Alrededor de la mitad de los pacientes con cáncer reciben algún tipo de radioterapia. Se puede usar la radioterapia sola o en combinación con otros tratamientos de cáncer, como la quimioterapia o la cirugía. En algunos casos, es posible que el paciente reciba varios tipos de radioterapia.

¿Cuándo se usa la radioterapia?

La radioterapia puede usarse para tratar casi toda clase de tumores sólidos, entre ellos los cánceres de cerebro, seno, cérvix, laringe, pulmón, páncreas, próstata, piel, espina dorsal, estómago, útero o sarcoma de tejidos blandos. La radiación puede también usarse para tratar la leucemia y el linfoma (cánceres que afectan las células que forman la sangre y el sistema linfático, respectivamente). La dosis de radiación que se administra en cada sitio depende de varios factores, incluso el tipo de cáncer y si hay tejidos u órganos cercanos que pueden verse afectados por la radiación.

Para algunos tipos de cáncer, la radiación se puede administrar en áreas sin evidencia de cáncer para evitar que crezcan las células cancerosas en el área que recibe la radiación. Esta técnica se llama radioterapia profiláctica.

También puede administrarse la radioterapia para reducir algunos síntomas como el dolor causado por un cáncer que se ha diseminado a los huesos o a otras partes del cuerpo. Esto se llama radioterapia paliativa.

¿Cuál es la diferencia entre radioterapia externa, radioterapia interna (Braquiterapia) y radioterapia sistémica? ¿Cuándo se utilizan?

La radiación puede provenir de una maquina colocada fuera del cuerpo (radiación externa), puede colocarse dentro del cuerpo (radiación interna) o pueden usarse materiales radiactivos no sellados que viajan por el cuerpo (radioterapia sistémica). El tipo de radiación que se administra depende del tipo de cáncer, de su ubicación, de la profundidad en el cuerpo a donde se necesita que llegue la radiación, la salud en general del paciente y su historial médico, y si el paciente recibirá otros tipos de tratamiento para el cáncer, y otros factores.

La mayor parte de las personas que reciben radioterapia para el cáncer reciben radiación externa. Algunos pacientes reciben tanto radiación externa como radiación interna o radioterapia sistémica; ya sea una después de la otra o al mismo tiempo.

• La radioterapia externa casi siempre se administra a pacientes ambulatorios; la mayoría de los pacientes no necesitan quedarse en el hospital. La radioterapia externa se usa para tratar muchos tipos de cáncer, incluso cáncer de vejiga, cerebro, seno, cérvix, laringe, pulmón, próstata y vagina. Además, puede usarse radiación externa para aliviar el dolor o aligerar otros problemas que se presentan cuando el cáncer se disemina a otras partes del cuerpo desde el sitio primario.

• La radioterapia intraoperatoria (intraoperative radiation therapy, IORT) es una forma de radiación externa que se administra durante la cirugía. Esta radioterapia se usa para tratar cánceres localizados que no se pueden extirpar completamente o que tienen una alta probabilidad de que regresen (recurran) en tejidos cercanos. Durante la cirugía, después de que se ha extirpado todo el tumor, o lo más que se puede, una dosis grande de radiación de alta energía se administra directamente al sitio del tumor (el tejido sano del derredor se protege con blindajes especiales). El paciente permanece en el hospital para recuperarse de la cirugía. Se puede usar la radioterapia intraoperatoria en el tratamiento de los cánceres colorrectal y de glándula tiroides, y cánceres ginecológicos, cáncer de intestino delgado y cáncer de páncreas. También se está investigando en estudios clínicos (estudios de investigación) para tratar algunos tipos de tumores cerebrales y sarcomas pélvicos en personas adultas.

• La irradiación craneal profiláctica (prophylactic cranial radiation, PCI) es radiación externa aplicada al cerebro cuando hay un riesgo elevado de que el cáncer primario (por ejemplo, cáncer de pulmón de células pequeñas) se disemine al cerebro.

ACELERADOR LINEAL DE ALTA ENERGÍA “PRIMUS “




• La radioterapia interna (también llamada Braquiterapia) usa radiación que se coloca muy cerca del tumor o dentro del mismo. La fuente de radiación está ordinariamente sellada en un portador pequeño llamado implante. Los implantes pueden ser alambres, tubos de plástico llamados catéteres, cintas, cápsulas o semillas. El implante se inserta directamente en el cuerpo. La radioterapia interna puede requerir que el paciente permanezca en el hospital.
La radiación interna casi siempre se administra en una de las dos formas descritas más abajo. Ambos métodos usan implantes sellados.
• La radioterapia intersticial se inserta en el tejido en donde está el tumor o cerca del mismo. Se usa para tratar tumores de cabeza y cuello, próstata, cérvix, ovarios, senos, y regiones perianal y pélvica. Algunas mujeres que reciben radiación externa para tratar el cáncer de seno reciben una dosis de refuerzo de radiación, que puede ser intersticial o externa.
• La radioterapia Intracavitaria o Intraluminal se inserta en el cuerpo con un aplicador. Se usa comúnmente para tratar el cáncer de útero. Los investigadores están estudiando también estos tipos de radioterapia interna para otros cánceres, como de seno, bronquial, cervical, de vesícula biliar, oral, rectal, traqueal, de útero y vagina.

EQUIPO BRAQUITERAPIA ALTA TASA, ARCO EN “C”



• La radioterapia sistémica usa materiales radiactivos como el yodo 131 y el estroncio 89. Los materiales pueden tomarse por la boca o inyectarse en el cuerpo. Algunas veces se usa la radioterapia sistémica para tratar el cáncer de glándula tiroides y linfoma no Hodgkin en adultos. Los investigadores están investigando sustancias radiactivas para tratar otros tipos de cáncer.


La radioterapia (también llamada terapia con rayos X o irradiación) es el uso de un tio de energía (llamada radiación ionizante) para destruir las células cancerosas y reducir el tamaño de los tumores. La radioterapia lesiona o destruye las células en el área que recibe tratamiento al dañar su material genético y hacer imposible que crezcan y se dividan. Aunque la radiación daña las células cancerosas así como las normales, muchas células normales se recuperan de los efectos de la radiación y funcionan adecuadamente. El objeto de la radioterapia es destruir el mayor número posible de células cancerosas y limitar el daño que sufre el tejido sano del derredor.

domingo, 2 de agosto de 2009

¿Por qué se produce el cáncer?

Las causas de enfermedad y de mortalidad prematura o evitable (se entiende como mortalidad evitable o prematura la debida a causas prevenibles o evitables mediante cambios en los hábitos de vida, medidas preventivas o programas de detección precoz) más importantes en los países de mayor nivel socioeconómico son el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, los accidentes de tráfico y el SIDA.Al hablar de cáncer hablamos de un conjunto de procesos que tienen distintas causas, pero que en su conjunto han demostrado una tendencia creciente en su incidencia paralela al aumento del nivel de vida y la longevidad. El cáncer de mama es el más frecuente en mujeres y el de pulmón en hombres, claramente asociado a un mayor hábito tabáquico en hombres en las décadas pasadas, pero que está cambiando con el aumento de la frecuencia de mujeres fumadoras.

Si bien en algunos tipos de cáncer hay causas específicas, como es el caso del cáncer de cuello uterino, provocado por la infección crónica por algunos tipos del virus del papiloma, frente al cual se está en proceso de comercialización de una nueva vacuna que aplicada en mujeres antes del inicio de la actividad sexual permitirá prevenir este cáncer, los estilos y hábitos de vida tienen una influencia significativa en el riesgo de cáncer de las personas.
Se estima que en los países desarrollados, un tercio de las muertes por cáncer está asociada al consumo de tabaco y, otro tercio, a hábitos dietéticos y falta de ejercicio físico.
¿Qué hábitos de vida están asociados a un mayor riesgo de cáncer?
Los hábitos personales más importantes son:
Consumo de tabaco.
Falta de ejercicio físico.
Dieta alimenticia hipercalórica y con escasez de frutas y verduras.
Abuso habitual de bebidas alcohólicas.
¿Cuáles son las recomendaciones de hábitos de vida básicos para reducir el riesgo de padecer un cáncer?
Es posible reducir el riesgo de padecer cáncer si se siguen las siguientes recomendaciones:
No consumir tabaco, en ninguna de sus formas.
Mantener un peso adecuado, equilibrando las calorías que se aportan al organismo a través de los alimentos, con las que se gastan por el ejercicio físico, adaptando la dieta a la edad y al nivel de ejercicio físico de cada persona. Debe tenerse en cuenta que, en general, la dieta elaborada y consumida en casa o en comedor colectivo (escolar o laboral con control nutricional de los menús) son más equilibradas y permiten su consumo e un tiempo más prolongado y pausado, que aquellas dietas basadas en tentempiés, ingesta de bollos, sándwiches, bocadillos, hamburguesas o similares, sustituyendo a la comida tradicional.
Adoptar el hábito de realizar todos los días ejercicio físico (ir caminando en los desplazamientos diarios, subir escaleras en vez de utilizar el ascensor, hacer una tabla de ejercicios, ir al gimnasio; dar paseos, hacer deporte adecuado a la edad y estado físico…etc.). Se recomienda el ejercicio físico, de moderado a intenso, durante 45-60 minutos al día, 5 días a la semana, o como mínimo tres días.
Mantener una dieta alimenticia rica en frutas y verduras, reduciendo la ingesta de proteínas animales y grasas (en especial las grasas de origen animal y saturadas, como los aceites de palma o coco). Las dietas mediterránea y atlántica tradicionales han demostrado ser de las más equilibradas.


Limitar el consumo de bebidas alcohólicas a un máximo de una bebida al día en mujeres y dos en hombres (se considera una bebida a una cerveza, un vaso pequeño de vino, una copa, un cóctel o similares).
Otras medidas preventivas de demostrada eficacia son la participación en los programas de detección precoz de cáncer de mama en mujeres de 50 a 70 años, y la vacunación sistemática de todos los niños, durante la infancia y frente a la hepatitis B, así como la prevención del cáncer de piel mediante de utilización de cremas de protección solar siempre que se esté expuesto al sol durante largos periodos de tiempo.